Versión en español:
Cumbre Extraordinaria de Líderes del G20
Declaración sobre el COVID-19
La inédita pandemia de COVID-19 es un poderoso recordatorio de nuestro nivel de interconexión y de nuestras vulnerabilidades. El virus no respeta fronteras. La lucha contra esta pandemia exige una respuesta global transparente, sólida, coordinada, a gran escala, con fundamento en la ciencia y con espíritu solidario. Tenemos el firme compromiso de presentar un frente unido contra esta amenaza común.
Nos entristece profundamente la trágica pérdida de vidas y el sufrimiento que padecen las personas de todo el mundo. Es nuestra absoluta prioridad hacer frente a la pandemia y a sus impactos interrelacionados en materia sanitaria, social y económica. Expresamos nuestra gratitud y apoyo a todos los trabajadores sanitarios que trabajan en primera línea mientras continuamos luchando contra la pandemia.
El G20 se compromete a hacer todo lo que sea necesario para superar la pandemia, a la par de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo del Banco Mundial (GBM), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales, dentro de sus respectivos mandatos. Estamos decididos a no escatimar esfuerzos individuales ni colectivos para:
· Proteger vidas.
· Defender el trabajo y los ingresos de la población.
· Restablecer la confianza, preservar la estabilidad financiera, reactivar el crecimiento, y recuperarnos para ser más fuertes.
· Reducir al mínimo las perturbaciones para el comercio y las cadenas de suministro globales.
· Brindar ayuda a todos los países que necesiten asistencia.
· Coordinar cuestiones de salud pública y medidas financieras.
Lucha contra la pandemia
Nos comprometemos a tomar todas las medidas sanitarias necesarias y procurar garantizar financiamiento suficiente para contener la pandemia y proteger a las personas, en especial a los más vulnerables. Compartiremos información transparente y oportuna; intercambiaremos datos epidemiológicos y clínicos; compartiremos los materiales necesarios para la investigación y el desarrollo, y fortaleceremos los sistemas sanitarios a nivel global, incluso mediante el apoyo a la plena implementación del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS (RSI 2005). Ampliaremos la capacidad de producción para satisfacer la creciente necesidad de insumos médicos y garantizaremos su amplia disponibilidad, a un precio asequible, sobre la base de la equidad, donde más se necesiten y con la mayor rapidez posible. Destacamos la importancia de comunicar al público de manera responsable durante esta crisis sanitaria global. Encomendamos a nuestros Ministros de Salud reunirse con la frecuencia que sea necesaria para intercambiar las buenas prácticas de sus respectivos países y desarrollar una serie de acciones urgentes del G20 para luchar contra la pandemia de manera conjunta para su reunión ministerial, que tendrá lugar en abril.
Apoyamos plenamente y nos comprometemos a continuar fortaleciendo el mandato de la OMS en el sentido de coordinar la lucha internacional contra la pandemia, incluida la protección de los trabajadores sanitarios de primera línea y el suministro de insumos médicos, en especial herramientas de diagnóstico, tratamientos, medicamentos y vacunas. Reconocemos la necesidad de implementar acciones urgentes en el corto plazo para ampliar los esfuerzos globales en la lucha contra la crisis del COVID-19. Trabajaremos rápidamente, juntos y con otros actores pertinentes, para cerrar la brecha de financiamiento del Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OMS. Asimismo, nos comprometemos a brindar recursos de inmediato, al Fondo de Respuesta Solidaria COVID-19 de la OMS, a la Coalición para la Preparación e Innovación frente a Epidemias (CEPI), y a GAVI, la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, en forma voluntaria. Instamos a todos los países, organismos internacionales, el sector privado, entidades humanitarias, y a todas las personas a contribuir a estos esfuerzos.
A fin de preservar nuestro futuro, nos comprometemos a fortalecer la capacidad nacional, regional y global para responder a eventuales brotes de enfermedades infecciosas aumentando el gasto destinado a los preparativos para hacer frente a epidemias. Con esta medida reforzaremos la protección de todos, especialmente de los grupos vulnerables que se ven afectados desproporcionadamente por las enfermedades infecciosas. Asimismo, nos comprometemos a trabajar juntos para incrementar los fondos destinados a la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos, aprovechar las tecnologías digitales, y fortalecer la cooperación científica internacional. Mejoraremos nuestra coordinación, incluso con el sector privado, a fin de desarrollar, fabricar y distribuir rápidamente diagnósticos, medicamentos antivirales y vacunas, con la eficacia, seguridad, equidad, accesibilidad y asequibilidad como objetivos.
Solicitamos a la OMS, en cooperación con los organismos pertinentes, que evalúe las brechas existentes en la preparación ante pandemias e informe sus conclusiones en una reunión conjunta de Ministros de Finanzas y Salud a realizarse en los próximos meses, con miras a establecer una iniciativa global de preparación y respuesta ante pandemias. Esta iniciativa aprovechará los programas existentes para alinear prioridades en la preparación mundial y funcionará como plataforma de financiamiento y coordinación universal, eficiente y sostenida para acelerar el desarrollo y la entrega de vacunas, diagnósticos y tratamientos.
Proteger la economía mundial
Nos comprometemos a hacer todo lo necesario y a utilizar todas las herramientas disponibles en materia de políticas para minimizar el daño económico y social ocasionado por la pandemia, restablecer el crecimiento mundial, mantener la estabilidad de los mercados y fortalecer la resiliencia.
Estamos tomando medidas urgentes y contundentes para brindar apoyo a nuestras economías; proteger a los trabajadores, las empresas –especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas–, y a los sectores más afectados, y resguardar a los más vulnerables a través de medidas sociales apropriadas. Estamos inyectando $4,8 billones a la economía mundial, como parte de políticas fiscales selectivas, medidas económicas y programas de garantía a fin de contrarrestar los impactos sociales, económicos y financieros de la pandemia.
Continuaremos tomando medidas de apoyo fiscal audaces y a gran escala. La acción colectiva del G20 aumentará su impacto, garantizará la coherencia, y aprovechará las sinergias. La magnitud y el alcance de esta respuesta lograrán restablecer la economía mundial y sentarán bases sólidas para proteger el empleo y recuperar el crecimiento. Solicitamos a nuestros Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales que coordinen periódicamente su labor para desarrollar un plan de acción del G20 en respuesta al COVID-19 y que trabajen en estrecha colaboración con los organismos internacionales para brindar rápidamente la asistencia financiera internacional adecuada.
Respaldamos las medidas extraordinarias adoptadas por los bancos centrales de acuerdo con sus mandatos. Los bancos centrales han tomado acciones para apoyar el flujo de crédito a los hogares y las empresas, promover la estabilidad financiera y mejorar la liquidez en los mercados mundiales. Celebramos la extensión de las líneas de canje que han emprendido nuestros bancos centrales. Asimismo, respaldamos las medidas regulatorias y de supervisión adoptadas para asegurar que el sistema financiero continúe respaldando la economía y celebramos la coordinación de dichas medidas anunciada por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
Celebramos igualmente las medidas adoptadas por el FMI y el GBM para apoyar a los países necesitados utilizando todos los instrumentos con el máximo alcance posible en el marco de una respuesta global coordinada y les pedimos que informen periódicamente al G20 sobre el impacto de la pandemia, su respuesta y las recomendaciones en materia de políticas. Seguiremos abordando los riesgos de las vulnerabilidades de la deuda en los países de bajos ingresos como consecuencia de la pandemia. También pedimos a la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que monitoreen el impacto de la pandemia sobre el empleo.
Abordar las perturbaciones en el comercio internacional
En atención a las necesidades de nuestros ciudadanos, trabajaremos para asegurar el flujo de suministros médicos vitales, productos agrícolas críticos y otros bienes y servicios a través de las fronteras, así como para resolver las perturbaciones en las cadenas de suministro globales, para brindar apoyo a la salud y el bienestar de todas las personas.
Nos comprometemos a seguir trabajando juntos para facilitar el comercio internacional y coordinar las respuestas a fin de evitar interferencias innecesarias con el tráfico y el comercio internacional. Las medidas de emergencia destinadas a proteger la salud serán focalizadas, proporcionadas, transparentes y temporarias. Encomendamos a nuestros Ministros de Comercio que evalúen el impacto de la pandemia en el comercio.
Reiteramos nuestro objetivo de lograr un entorno de comercio e inversiones libre, justo, no discriminatorio, transparente, predecible y estable, así como de mantener la apertura de nuestros mercados.
Profundizar la Cooperación Global
Trabajaremos de manera rápida y contundente con los principales organismos internacionales, especialmente la OMS, el FMI, el GBM, y los bancos de desarrollo multilaterales y regionales para implementar un paquete económico robusto, coherente, coordinado y rápido, así como abordar brechas en las herramientas a su disposición. Estamos dispuestos a fortalecer las redes de seguridad financiera globales. Instamos a todas estas organizaciones a que intensifiquen aún más la coordinación de sus acciones, incluso con el sector privado, para apoyar a los países emergentes y en desarrollo que enfrentan una crisis sanitaria, económica y social a causa del COVID-19.
Nos preocupa seriamente el riesgo grave que esto representa para todos los países, especialmente los menos desarrollados y, en particular, África y los pequeños estados insulares, donde los sistemas de salud y las economías pueden estar menos preparados para hacer frente al desafío, así como el riesgo específico que enfrentan los refugiados y las personas desplazadas. Consideramos que consolidar la defensa de la salud de África es clave para la resiliencia de la salud global. Fortaleceremos el desarrollo de capacidades y la asistencia técnica, especialmente en las comunidades de riesgo. Estamos preparados para movilizar fondos para promover el desarrollo y los fines humanitarios.
Les encomendamos a nuestros funcionarios de mayor rango pertinentes que coordinen estrechamente su trabajo para apoyar los esfuerzos globales destinados a contrarrestar el impacto de la pandemia, incluso a través de medidas proporcionadas de gestión de fronteras de acuerdo con las regulaciones nacionales, y con el fin de brindar asistencia para repatriar ciudadanos de ser necesario.
Valoramos los esfuerzos por salvaguardar la salud de nuestros pueblos mediante la postergación de grandes eventos públicos, en particular la decisión del Comité Olímpico Internacional de reprogramar los Juegos Olímpicos para una fecha posterior que no exceda el verano de 2021. Elogiamos la decisión de Japón de celebrar los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Tokio 2020 en su formato completo como símbolo de la resiliencia humana.
Estamos listos para reaccionar rápidamente y tomar las medidas adicionales que sean necesarias. Expresamos nuestra disposición para volver a reunirnos según lo requiera la situación. La acción global, la solidaridad y la cooperación internacional son más necesarias que nunca para hacer frente a esta pandemia. Confiamos en que, si trabajamos en estrecha colaboración, superaremos esta situación. Protegeremos la vida humana, restauraremos la estabilidad económica mundial y estableceremos bases sólidas para un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo.
Versión en inglés:
The unprecedented COVID-19 pandemic is a powerful reminder of our interconnectedness and vulnerabilities. The virus respects no borders. Combatting this pandemic calls for a transparent, robust, coordinated, large-scale and science-based global response in the spirit of solidarity. We are strongly committed to presenting a united front against this common threat. We are deeply saddened by the tragic loss of life and the suffering faced by people around the world. Tackling the pandemic and its intertwined health, social and economic impacts is our absolute priority. We express our gratitude and support to all frontline health workers as we continue to fight the pandemic. The G20 is committed to do whatever it takes to overcome the pandemic, along with the World Health Organization (WHO), International Monetary Fund (IMF), World Bank Group (WBG), United Nations (UN), and other international organizations, working within their existing mandates. We are determined to spare no effort, both individually and collectively, to: ▪ Protect lives. ▪ Safeguard people’s jobs and incomes. ▪ Restore confidence, preserve financial stability, revive growth and recover stronger. ▪ Minimize disruptions to trade and global supply chains. ▪ Provide help to all countries in need of assistance. ▪ Coordinate on public health and financial measures. Fighting the Pandemic We commit to take all necessary health measures and seek to ensure adequate financing to contain the pandemic and protect people, especially the most vulnerable. We will share timely and transparent information; exchange epidemiological and clinical data; share materials necessary for research and development; and strengthen health systems globally, including through supporting the full implementation of the WHO International Health Regulations (IHR 2005). We will expand manufacturing capacity to meet the increasing needs for medical supplies and ensure these are made widely available, at an affordable price, on an equitable basis, where they are most needed and as quickly as possible. We stress the importance of responsible communication to the public during this global health crisis. We task our Health Ministers to meet as needed to share national best practices and develop a set of G20 urgent actions on jointly combatting the pandemic by their ministerial meeting in April. We fully support and commit to further strengthen the WHO’s mandate in coordinating the international fight against the pandemic, including the protection of front-line health workers, delivery of medical supplies, especially diagnostic tools, treatments, medicines, and vaccines. We acknowledge the necessity of urgent short-term actions to step up the global efforts to fight the COVID-19 crisis. We will quickly work together and with stakeholders to close the financing gap in the WHO Strategic Preparedness and Response Plan. We further commit to provide immediate resources to the WHO’s COVID-19 Solidarity Response Fund, the Coalition for Epidemic Preparedness and Innovation (CEPI) and Gavi, the Vaccine Alliance, on a voluntary basis. We call upon all countries, international organizations, the private sector, philanthropies, and individuals to contribute to these efforts. To safeguard the future, we commit to strengthen national, regional, and global capacities to respond to potential infectious disease outbreaks by substantially increasing our epidemic preparedness spending. This will enhance the protection of everyone, especially vulnerable groups that are disproportionately affected by infectious diseases. We further commit to work together to increase research and development funding for vaccines and medicines, leverage digital technologies, and strengthen scientific international cooperation. We will bolster our coordination, including with the private sector, towards rapid development, manufacturing and distribution of diagnostics, antiviral medicines, and vaccines, adhering to the objectives of efficacy, safety, equity, accessibility, and affordability.
We ask the WHO, in cooperation with relevant organizations, to assess gaps in pandemic preparedness and report to a joint meeting of Finance and Health Ministers in the coming months, with a view to establish a global initiative on pandemic preparedness and response. This initiative will capitalize on existing programs to align priorities in global preparedness and act as a universal, efficient, sustained funding and coordination platform to accelerate the development and delivery of vaccines, diagnostics and treatments.
Safeguarding the Global Economy
We commit to do whatever it takes and to use all available policy tools to minimize the economic and social damage from the pandemic, restore global growth, maintain market stability, and strengthen resilience.
We are currently undertaking immediate and vigorous measures to support our economies; protect workers, businesses—especially micro-, small and medium-sized enterprises—and the sectors most affected; and shield the vulnerable through adequate social protection. We are injecting over $5 trillion into the global economy, as part of targeted fiscal policy, economic measures, and guarantee schemes to counteract the social, economic and financial impacts of the pandemic.
We will continue to conduct bold and large-scale fiscal support. Collective G20 action will amplify its impact, ensure coherence, and harness synergies. The magnitude and scope of this response will get the global economy back on its feet and set a strong basis for the protection of jobs and the recovery of growth. We ask our Finance Ministers and Central Bank Governors to coordinate on a regular basis to develop a G20 action plan in response to COVID-19 and work closely with international organizations to swiftly deliver the appropriate international financial assistance.
We support the extraordinary measures taken by central banks consistent with their mandates. Central banks have acted to support the flow of credit to households and businesses, promote financial stability, and enhance liquidity in global markets. We welcome the extension of swap lines that our central banks have undertaken. We also support regulatory and supervisory measures taken to ensure that the financial system continues to support the economy and welcome the Financial Stability Board’s (FSB) announced coordination of such measures.
We also welcome the steps taken by the IMF and the WBG to support countries in need using all instruments to the fullest extent as part of a coordinated global response and ask them to regularly update the G20 on the impacts of the pandemic, their response, and policy recommendations. We will continue to address risks of debt vulnerabilities in low-income countries due to the pandemic. We also ask the International Labour Organization (ILO) and the Organisation for Economic Cooperation and Development (OECD) to monitor the pandemic’s impact on employment.
Addressing International Trade Disruptions
Consistent with the needs of our citizens, we will work to ensure the flow of vital medical supplies, critical agricultural products, and other goods and services across borders, and work to resolve disruptions to the global supply chains, to support the health and well-being of all people.
We commit to continue working together to facilitate international trade and coordinate responses in ways that avoid unnecessary interference with international traffic and trade. Emergency measures aimed at protecting health will be targeted, proportionate, transparent, and temporary. We task our Trade Ministers to assess the impact of the pandemic on trade.
We reiterate our goal to realize a free, fair, non-discriminatory, transparent, predictable and stable trade and investment environment, and to keep our markets open.
Enhancing Global Cooperation
We will work swiftly and decisively with the front-line international organizations, notably the WHO, IMF, WBG, and multilateral and regional development banks to deploy a robust, coherent, coordinated, and rapid financial package and to address any gaps in their toolkit. We stand ready to strengthen the global financial safety nets. We call upon all these organizations to further step up coordination of their actions, including with the private sector, to support emerging and developing countries facing the health, economic, and social shocks of COVID-19.
We are gravely concerned with the serious risks posed to all countries, particularly developing and least developed countries, and notably in Africa and small island states, where health systems and economies may be less able to cope with the challenge, as well as the particular risk faced by refugees and displaced persons. We consider that consolidating Africa’s health defense is a key for the resilience of global health. We will strengthen capacity building and technical assistance, especially to at-risk communities. We stand ready to mobilize development and humanitarian financing.
We task our top relevant officials to coordinate closely in support of the global efforts to counter the pandemic’s impacts, including through proportionate border management measures in accordance with national regulations and to provide assistance where necessary to repatriate citizens.
We value the efforts to safeguard our people’s health through the postponement of major public events, in particular the decision by the International Olympic Committee to reschedule the Olympic Games to a date no later than summer 2021. We commend Japan’s determination to host the Olympic and Paralympic Games Tokyo 2020 in their complete form as a symbol of human resilience.
We stand ready to react promptly and take any further action that may be required. We express our readiness to convene again as the situation requires. Global action, solidarity and international cooperation are more than ever necessary to address this pandemic. We are confident that, working closely together, we will overcome this. We will protect human life, restore global economic stability, and lay out solid foundations for strong, sustainable, balanced and inclusive growth.